Exfoliantes: Manos aterciopelada en un abrir y cerrar de ojos
Además de ser muy eficaces,
los tratamientos exfoliantes se pueden realizar fácilmente sin salir de casa:
Mezcla tres cucharadas de
aceite de oliva con dos de azúcar. Aplica una abundante cantidad de la mezcla
en tus manos y extiéndela con un leve masaje sin ejercer demasiada presión. El
aceite de oliva deja la piel suave y sedosa y el azúcar elimina las partículas
de piel muerta y garantiza una buena circulación.
Para terminar, retira la
mezcla exfoliante enjuagándose las manos con agua tibia. Tus manos estarán
completamente preparadas para pasar a la siguiente fase de cuidados y manicura.
Aportar a tu piel una dosis
extra de cuidado nocturno es sencillo. Solo debes aplicar una gruesa capa de
crema como paso final y ponerte después unos guantes finos de algodón. Duerme con ellos y
¡te despertarás con unas manos suaves e hidratadas!
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